Personas privadas
de la libertad
Pospenados
Familiares
Guardias y personal administrativo
Población Carcelaria
Según datos del INPEC y la Defensoría del Pueblo, este es el panorama del sistema penitenciario y carcelario en Colombia
ERON: Establecimiento de Reclusión del Orden Nacional.
Total Internos 167.437
ERON: 104.481
Domiciliaria: 56.841
Vigilancia Electrónica: 6.115
Otros centros carcelarios
Cárceles Departamentales, Municipales y Distritales: 2.946
Establecimientos Fuerza Pública: 430
Subtotal otros establecimientos: 3.376
Género
Hombres: 98.304 – 94,1%
Mujeres: 6.177 – 5,9%
Internos Extranjeros 5.401
4.866 hombres y 535 mujeres.
Intramural: 3.949
Domiciliaria: 1.343
Domiciliaria con Vigilancia Electrónica: 109
Las personas de nacionalidad diferente a la colombiana, que se encuentran en los establecimientos de reclusión, merecen una especial protección por ese hecho.
Por país de origen, los naturales de Venezuela ocupan el primer lugar, con 92,2% (4.981).
Establecimientos carcelarios
ERON: 126
Establecimientos carcelarios: 127
Complejos penitenciarios y carcelarios: 5
Regionales: 6
Colonia penal: 1
Capacidad en las cárceles colombianas
Capacidad: 81.139
Hacinamiento: 28,8%
La privación de la libertad, el rechazo de la sociedad al recluso por los delitos cometidos, la separación de sus seres queridos, la estigmatización frente a la comunidad, la convivencia en un lugar en donde los valores, principios y las leyes se transgreden y la moral no es para la mayoría de los presos un referente, son realidades incuestionables que viven las personas que ingresan a las cárceles para “pagar ” por sus delitos.
Los efectos del cautiverio y aislamiento generan en los reclusos daños psicológicos y comportamientos traumáticos que dificultan enormemente las posibilidades de una verdadera reeducación y reinserción laboral y social cuando han cumplido su pena. Se suma a lo anterior, la ambivalencia real en la cual la sociedad se considera víctima de los delitos cometidos por los presos y estos se consideran igualmente víctimas de un sistema que los rechaza. Hay sentimientos polarizados para los que debe buscar una verdadera y permanente reconciliación, que facilite en el futuro la autentica resocialización.